Características e historia de los Orixás
Características e historia de los Orixás
Los Orixás son deidades creadas por un dios superior, llamado Olorun.
Cada uno de estos dioses representa diferentes fuerzas y fenómenos de la
naturaleza: aire, tierra, fuego y agua. Los arquetipos, están
relacionados con esas fuerzas y van a marcar la personalidad y el
comportamiento singular de cada dios. Según las enseñanzas del candomblé,
todas las personas son hijas de Orixás. Para que sea posible determinar
a cuál Orixá pertenece un individuo, es preciso hacer una tirada de buzios
(caracoles). Los practicantes del candomblé también asocian a la
persona con su Orixá conociendo las características físicas y
psicológicas de la persona.
Siguiendo los trazos de esta creencia, cada persona recibe la
influencia de dos Orixás principales. El primero conocido como “Orixá de
frente” y el segundo como “Orixá de atrás” o “segundo santo”. Esta
pareja de divinidades protege a su seguidor y son reverenciados por el
pai cuando se toca la frente, para el Orixá de frente, y la nunca para
el segundo santo. Además de estas dos divinidades, una persona puede
incorporar la protección de otros dioses, completando un número máximo
de siete Orixás.
Historia de los Orixás
El culto a los Orixás debe rastreare en los orígenes de las culturas
africanas y en el sincretismo de otros cultos regionales, que han dado
forma a una religión única y local. Los Orixás nacen con el pueblo
africano de los yorubas, cuya historia comienza cuando
Oduduwa funda la ciudad de Ile Ife. Este rey, junto a sus hijos y
descendientes fueron divinizados por su pueblo, como consecuencia de
algún acto notable hecho en vida.
Reyes, destacados guerreros y reformadores de la sociedad de este
pueblo de África fueron deificados para formar parte del panteón de
Orixás. El reino Yoruba se extendió conquistando otras ciudades de la
región, y entonces nuevas deidades locales se fueron sumando al panteón
original de dioses. Sobre la base de esta religión yoruba, que además
creía en la reencarnación y en las artes adivinatorias, se consolidaron
nuevos cultos en territorio brasileño.
La llegada de esclavos africanos a Brasil fue responsable de la
consolidación de una nueva religión. Sin embargo, no se puede suponer
que ese movimiento se instaló con la misma lógica y las mismas deidades
que se alababan en territorio africano. Al mismo tiempo que se mantuvo
la creencia en dioses ancestrales, los descendientes crearon nuevas
divinidades, para componer un culto distintivo de Brasil. De este vasto
panteón de divinidades, los Orixás se volvieron los más conocidos entre
los practicantes de religiones de influencia africana.
Características de los Orixás
En el conjunto de las religiones afro-brasileñas, los Orixás tienen
diferentes nomenclaturas y varían en número. Se estima que en total se
alaban más de 400 deidades. Producto de la influencia y restricciones a
los cultos paganos de la iglesia Católica, cada Orixá se asoció con un
santo del catolicismo. Las deidades más conocidas, difundidas por la religión umbanda son las figuras de Exu, Ogum, Oxossi, Omulu, Xangô, Iemanjá y Oxalá.
Ogum
es el dios de la guerra y tiene un temperamento duro, vigoroso y
resuelto, comparable a la resistencia del metal. Es dueño de los caminos
y de la justicia, y el santo de los soldados, de los policías y de los
trabajan con metales. Según el mito era el hijo mayor de Oduduwa, el
fundador de Ile Ife, y un destacado guerrero que siempre traía numerosos
esclavos y enormes botines a la ciudad. Sus colores son el verde y el
rojo, y por sincretismo con la religión católica se lo asocia con San
Jorge.
Iemanjá es
la madre de todos los Orixás y es conocida como la reina del mar. Junto
con Oxum son los procreadores y tienen el poder de la gestación. Esta
deidad femenina también tiene el poder de unir a las familias, se asocia
con el color celeste y con los claveles blancos. Según el mito, el
diosa se casó con Olofi, rey de Ife y tuvo 10 hijos. Cansada de vivir en
este reino, escapó de la ciudad. Iemanjá estaba rodeada por el ejército
de su marido cuando rompió un frasco en el suelo, un regalo de su padre
que debía quebrar cuando se presentara alguna urgencia. En ese momento
se formó un río que la llevó hasta la casa de su padre en el océano. En
la religión católica se la asocia con Nuestra Señora de los Navegantes.
Xangô
es un dios autoritario y muy poderoso, es quien imparte justicia y
decide sobre el bien y el mal. Se asocia con el trueno y el rayo, y
lleva un arma de doble filo conocida como Oxe. El mito cuenta que obtuvo
su poder mandando a su esposa Oia a buscar la pócima para controlar los
rayos y los vientos. Oia la probó primero y es por ello que comparten
el poder sobre las tempestades. El verdadero amor de Xangô fue Oxum,
quien también se convirtió en su esposa. Los colores de este dios son el
rojo y el blanco y se corresponde con San Miguel en la religión
Católica.
Oxalá
es el dios de la creación y símbolo de pureza, por ello se lo asocia
con el color blanco. Es el creador del mundo, el padre de todos los
Orixás y el máximo jerarca en el panteón de los dioses, porque es hijo
directo del dios supremo Olorum. Representa al cielo que toca el mar,
símbolo del acto sexual que procreó al resto de los Orixás. Tuvo
descendencia con varias deidades, pero la mayoría de sus hijos los tuvo
con Iemanjá. Oxalá tiene experiencia en todas las cosas malas y buenas
del mundo, y es por ello que exige el mayor de los respetos en las
alabanzas.
Exu
fue el primer hijo nacido de la unión de Iemanjá y Oxalá, relacionado
con la imagen de San Antonio en el catolicismo. Exu fue expulsado de su
casa y vaga por el mundo, llevando pobreza,
sequías y epidemias a las poblaciones. Para aplacar sus ánimos, Exu
recibe ofrendas antes que cualquier otro Orixás, aunque no tiene poder
dentro del panteón de deidades. Este dios está en todas partes y se lo
asocia con el movimiento, la virilidad, el sexo, los sentidos y la
fuerza de vivir.
Omulu es
el dios que imparte la muerte, representa el pasaje del plano material
al espiritual. También se le atribuye el control de las epidemias y está
ligado a los elementos tierra y fuego. Omulu oculta el misterio de la
génesis. Sus hijos son personas serias, calladas, ingenuas, tienden a
tener problemas de salud y a ser malhumoradas. Según la religión umbanda, Omulu vive en el cementerio y se lo representa con la imagen de la calavera. Generalmente se lo asocia con San Lázaro.
Oxossi
pertenece al reino de los bosques y es el cazador del panteón de
dioses. Según el mito era el proveedor de alimentos de su aldea y de él
dependían muchas personas, y es por ello que ocupa un lugar jerárquico
entre los Orixás. Es astuto, inteligente y quien imparte licencia para
sacrificar animales. Sus hijos son intuitivos, sentimentales,
inteligentes, compañeros y amables.
Los Orixás son deidades creadas por un dios superior, llamado Olorun.
Cada uno de estos dioses representa diferentes fuerzas y fenómenos de la
naturaleza: aire, tierra, fuego y agua. Los arquetipos, están
relacionados con esas fuerzas y van a marcar la personalidad y el
comportamiento singular de cada dios. Según las enseñanzas del candomblé,
todas las personas son hijas de Orixás. Para que sea posible determinar
a cuál Orixá pertenece un individuo, es preciso hacer una tirada de buzios
(caracoles). Los practicantes del candomblé también asocian a la
persona con su Orixá conociendo las características físicas y
psicológicas de la persona.
Siguiendo los trazos de esta creencia, cada persona recibe la
influencia de dos Orixás principales. El primero conocido como “Orixá de
frente” y el segundo como “Orixá de atrás” o “segundo santo”. Esta
pareja de divinidades protege a su seguidor y son reverenciados por el
pai cuando se toca la frente, para el Orixá de frente, y la nunca para
el segundo santo. Además de estas dos divinidades, una persona puede
incorporar la protección de otros dioses, completando un número máximo
de siete Orixás.
Historia de los Orixás
El culto a los Orixás debe rastreare en los orígenes de las culturas
africanas y en el sincretismo de otros cultos regionales, que han dado
forma a una religión única y local. Los Orixás nacen con el pueblo
africano de los yorubas, cuya historia comienza cuando
Oduduwa funda la ciudad de Ile Ife. Este rey, junto a sus hijos y
descendientes fueron divinizados por su pueblo, como consecuencia de
algún acto notable hecho en vida.
Reyes, destacados guerreros y reformadores de la sociedad de este
pueblo de África fueron deificados para formar parte del panteón de
Orixás. El reino Yoruba se extendió conquistando otras ciudades de la
región, y entonces nuevas deidades locales se fueron sumando al panteón
original de dioses. Sobre la base de esta religión yoruba, que además
creía en la reencarnación y en las artes adivinatorias, se consolidaron
nuevos cultos en territorio brasileño.
La llegada de esclavos africanos a Brasil fue responsable de la
consolidación de una nueva religión. Sin embargo, no se puede suponer
que ese movimiento se instaló con la misma lógica y las mismas deidades
que se alababan en territorio africano. Al mismo tiempo que se mantuvo
la creencia en dioses ancestrales, los descendientes crearon nuevas
divinidades, para componer un culto distintivo de Brasil. De este vasto
panteón de divinidades, los Orixás se volvieron los más conocidos entre
los practicantes de religiones de influencia africana.
Características de los Orixás
En el conjunto de las religiones afro-brasileñas, los Orixás tienen
diferentes nomenclaturas y varían en número. Se estima que en total se
alaban más de 400 deidades. Producto de la influencia y restricciones a
los cultos paganos de la iglesia Católica, cada Orixá se asoció con un
santo del catolicismo. Las deidades más conocidas, difundidas por la religión umbanda son las figuras de Exu, Ogum, Oxossi, Omulu, Xangô, Iemanjá y Oxalá.
Ogum
es el dios de la guerra y tiene un temperamento duro, vigoroso y
resuelto, comparable a la resistencia del metal. Es dueño de los caminos
y de la justicia, y el santo de los soldados, de los policías y de los
trabajan con metales. Según el mito era el hijo mayor de Oduduwa, el
fundador de Ile Ife, y un destacado guerrero que siempre traía numerosos
esclavos y enormes botines a la ciudad. Sus colores son el verde y el
rojo, y por sincretismo con la religión católica se lo asocia con San
Jorge.
Iemanjá es
la madre de todos los Orixás y es conocida como la reina del mar. Junto
con Oxum son los procreadores y tienen el poder de la gestación. Esta
deidad femenina también tiene el poder de unir a las familias, se asocia
con el color celeste y con los claveles blancos. Según el mito, el
diosa se casó con Olofi, rey de Ife y tuvo 10 hijos. Cansada de vivir en
este reino, escapó de la ciudad. Iemanjá estaba rodeada por el ejército
de su marido cuando rompió un frasco en el suelo, un regalo de su padre
que debía quebrar cuando se presentara alguna urgencia. En ese momento
se formó un río que la llevó hasta la casa de su padre en el océano. En
la religión católica se la asocia con Nuestra Señora de los Navegantes.
Xangô
es un dios autoritario y muy poderoso, es quien imparte justicia y
decide sobre el bien y el mal. Se asocia con el trueno y el rayo, y
lleva un arma de doble filo conocida como Oxe. El mito cuenta que obtuvo
su poder mandando a su esposa Oia a buscar la pócima para controlar los
rayos y los vientos. Oia la probó primero y es por ello que comparten
el poder sobre las tempestades. El verdadero amor de Xangô fue Oxum,
quien también se convirtió en su esposa. Los colores de este dios son el
rojo y el blanco y se corresponde con San Miguel en la religión
Católica.
Oxalá
es el dios de la creación y símbolo de pureza, por ello se lo asocia
con el color blanco. Es el creador del mundo, el padre de todos los
Orixás y el máximo jerarca en el panteón de los dioses, porque es hijo
directo del dios supremo Olorum. Representa al cielo que toca el mar,
símbolo del acto sexual que procreó al resto de los Orixás. Tuvo
descendencia con varias deidades, pero la mayoría de sus hijos los tuvo
con Iemanjá. Oxalá tiene experiencia en todas las cosas malas y buenas
del mundo, y es por ello que exige el mayor de los respetos en las
alabanzas.
Exu
fue el primer hijo nacido de la unión de Iemanjá y Oxalá, relacionado
con la imagen de San Antonio en el catolicismo. Exu fue expulsado de su
casa y vaga por el mundo, llevando pobreza,
sequías y epidemias a las poblaciones. Para aplacar sus ánimos, Exu
recibe ofrendas antes que cualquier otro Orixás, aunque no tiene poder
dentro del panteón de deidades. Este dios está en todas partes y se lo
asocia con el movimiento, la virilidad, el sexo, los sentidos y la
fuerza de vivir.
Omulu es
el dios que imparte la muerte, representa el pasaje del plano material
al espiritual. También se le atribuye el control de las epidemias y está
ligado a los elementos tierra y fuego. Omulu oculta el misterio de la
génesis. Sus hijos son personas serias, calladas, ingenuas, tienden a
tener problemas de salud y a ser malhumoradas. Según la religión umbanda, Omulu vive en el cementerio y se lo representa con la imagen de la calavera. Generalmente se lo asocia con San Lázaro.
Oxossi
pertenece al reino de los bosques y es el cazador del panteón de
dioses. Según el mito era el proveedor de alimentos de su aldea y de él
dependían muchas personas, y es por ello que ocupa un lugar jerárquico
entre los Orixás. Es astuto, inteligente y quien imparte licencia para
sacrificar animales. Sus hijos son intuitivos, sentimentales,
inteligentes, compañeros y amables.
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